Circunstancial
Un segundo para pensar
un tímido segundo en que abandono la grosería
vaciando - vacía de sangre - las venas
con la resignación que calla un dolor antiguo
Amarro las pupilas que ofuscan la mirada
delineando tus pestañas esculpidas por el agua;
percibo el universo cosquilleando en tus pies.
Desde el mar susurran las caracolas
espumando unas pocas palabras
que enseñan el misterio de vivir.
Sin embargo, un segundo húmedo y vacío
habita los días venideros
con uñas que rasgan la cotidianeidad
con dedos que espantan las luciérnagas
que iluminan la inocencia
Paradójico
Morir es una costumbre extraña y siniestra;
morir es un disparate íntimo
Un cristal ahora te refracta
y solitaria andas; se te ve la tristeza
que canturrea con las sombras;
y huele a perfume de hombre ausente
Finitud
Es un fuego que aísla
y el viento que otra vez se enrosca en las caderas
y una adivinanza que llega con la parca
Hoy
Se rebela en llamas
Hoy
no es el sexo
un pétalo
la sal
lo que se abandona sobre un manantial de angustias
tan cavilante como un pasajero del pánico
en la sucia oscuridad nocturna
Hoy
El fuego no es consciente de su finitud
y un verso se adhiere a las paredes
Paradójico II
Adentro está nublado.
Es menos que sombras
y no repara en mis ojos
y entonces es silencio
Conozco la oscuridad
Conozco el grito disonante que la habita
y la oración helada
del primer holocausto
Pero no se callar incluso en su regazo
aún si la vida me viste de ninfa
en sus narices.
Río por encima del anonimato
Provoco la quietud nocturna y la fantasía ebria de alas
Se acuesta conmigo.
Me deshago de espinas
para honrar esta vigilia impaciente
Adentro está nublado.
Me desnudo ante la combustión;
con el alma vacía de conjunciones negras
con el alma abismada en emociones.
Cada parte de mí hundida en la nostalgia de tus ojos;
esas pestañas pellizcando mis defensas.
Esa mirada anclada en mi boca.
Y las horas revientan como sapos; no te excluyen
ni te traen de regreso.
Finitud II
Y entonces no es un fuego que aísla
y el viento ya no vuelve a enroscarse en las caderas
y nada se adivina en los pasos de la muerte
Hoy
ya no se rebela en llamas
Hoy
es el sexo
un pétalo
la sal
lo que abriga el manantial de angustias
con la seguridad de un pasajero valiente
en la nítida claridad nocturna
Hoy
El fuego es consciente de su finitud
y todos los versos cuelgan de las paredes
Incitación
La raíz ha mudado en luz
y se ha esfumado
y la pasión berrea como una cabra
como gruñéndole a la adversidad
y se ensambla detrás de la brisa
con las ilusiones
Qué inventaré para esta fantasía
Qué inventaré para ella
Ahora sí se mueve la sombra de la melancolía
y las cosechas animan a los pájaros de mis caprichos
Mis pulsos se han agotado
y se detienen en donde la caída
impone coexistir con los resucitados
El viento atormenta mi presencia
Al revés de la corriente hay sanguijuelas
que me absorben el humor
Es la hecatombe
Es el espacio del ocioso no disponible
Es el tiempo de apostar a los bordes
fijarse en las voces rebeldes
observar el todo indivisible de los sustantivos
sumergidos en ficciones.
Asumo porfiadamente el almanaque
Todavía mis sentidos atesoran a deshora los abriles
pero siempre se sumergen en pretextos
He comenzado mi historia en un abrir y cerrar de ojos
La ingenuidad suspendida se rompió
Hoy es en ningún tiempo o ninguna vez
o meramente sucedió
De qué modo hago frente a un ideal
y dispersarse hasta retornar océano
en donde un infinito haz me contendría
a pesar de las soles inflamados
De qué modo desentierro las líneas
y ensayo con ellas mera sucesión de estrellas
para marcharse a la otra orilla del crepúsculo
El umbral ha traspasado la luz marginal
Uno por uno desistirán a la par
Las palabras derrochadas
El perjuicio producido
Las dudas de inquebrantables
Los arrumacos que parodian el amor
Uno por uno desistirán a la par
Cruzo los brazos y desisto de aceptar el encuentro
como además ninguna vez lo concebí
y ahora es tarde - demasía tarde -
Recoge los sustentos de la trama
Repaso mi descargo
en el tiempo de mi juventud
La ternura se quedaba en lo interior
como un tango irracional de nostalgia
y trastornaba el alma
Repaso las apuradas auroras de ópalo
en el tiempo de las doncellas
o sea hace tiempo
o sea hace muchos cielos
La raíz ha mudado en luz
y ha mordido mis anhelos
La raíz ha mudado en luz
Qué inventaré para esta fantasía
Ostracismo
Este empeño de no tomarme en cuenta,
fuera de tiempo,
fuera del delito en qué durarme,
fuera del egoísmo por mi gracia
o por mis afanes que suspiran en ronda.
Nadie está exento de sufrir por amor
Nadie está exento de sentirse en Babia
Nadie se priva de ostentar una pasión, un recorrido,
una duda, algo maravilloso,
ya sea que dibujara con estilográfica
o peregrinara entre risas
Fatal ensueño enamorarse de una fantasma.
Los fantasmas reencarnan
Y el corazón
nada más se desliga de lo que se derrama
como impureza en un abismo
un círculo explícito
de espíritus en rebelde tensión,
ungidos de sudor,
y también cualquier ser alado,
pimpollos como alfileres
que destrozan las sombras
y derriban la ilusión.
Penitencia
Reclamé, reclamé como la autora gustosa
a los golpes impíos
que saben de buena tinta el calificativo
de la vida.
He convocado al orgullo,
le encomendé mi existir.
Aún así un ingenuo texto
se eleva por sobre la malicia
en presencia de una polifonía
allí donde búhos y capullos
esculpen el arte de la nubes
Un ingenuo texto exploratorio.
Sí florece la nostalgia con bríos,
se descubre el reposo del soberano;
acontece el silencio de cucos y borrascas,
ocurre el hombre alborotado con mi sonrisa
o los custodios del fuego
fragmentando mis memorias.
He reclamado, he reclamado.
He reclamado hasta ninguna vez.
Señales
El crepúsculo se arrebató de manchas
revelándome inquieta;
la respiración me brota con fastidio
puliendo el continente
de sonidos
Suelto las miras
Velado afán
continuador de mis enredos
la humanidad anda sin sombra
descarnada
y hay picaporte pero no puertas
y hay temblor pero no suspiros.
¿De qué voy a disfrazarme?
Contigo me obligo y permanezco
Sino me voy desbordando
Porqué contigo….
El crepúsculo baja la cabeza.
Señales II
Andan mis palabras denunciando
para que nunca capitule el resto,
los reprimidos tristemente en la madrugada,
los culpados de ingenuos al descubierto.
Sucede, en la calma,
un rumor insípido desmigajándose.
Y sucede, cuando se revela el tiempo
una fractura de luz en minúsculas luces faustas.
Y allí donde es hay confusión, día a día,
una enjambre de voces recortadas
se revuelca en mi garganta
y se opone a que el resto capitule,
los gozosos, los amos de la memoria.
Ostracismo II
Solitario imaginando una paz que fluya,
me he tumbado en fechas irracionales.
La corriente y el remolino me borraron
como un delirio, como un verso
trascrito en la pared.
Ostracismo III
Si te aventuras a dejarte caer con
la certeza de un remoto afán;
bajo las grietas, empalmes,
fundando gestos, secretos,
favores, calendarios,
a pie enjuto aparecerá
un testigo de tus ansias,
y tal vez alzará el vuelo
esa distancia que te abstrae.
Signos
Nunca estar al extremo de la calle,
espeso o subterráneo
puño suicida
o verde apagado respirando sobre un precipicio negro
o misterioso
como una sucesión verbal tan indivisa
tan agua viva,
como un ciclo picante
tan mineral
prófugo del agitado llano.
Ciclo de anonimato
Pronto
me envolverán los restos del sol,
me colmará la garganta una poesía,
Olvidaré despertar
en presencia de discursos,
a fuerza de suspiros
- como un insecto que reposa -
Adriana Monica Lamela
Enlace: http://forum.letrasescondidas.
No hay variable sin constante
Una vereda concurrente
sobre una calle escondida
- ella suspira, por demás extravagante-
y fuma.
La nicotina
deshace uno y otro
con ecos
- ella, ella, ella –
pensando
que ha olvidado sus ojos
de tanto aspirar el humo
tragarlo
soplarlo
Y él
Que ha pisado una tras otra
esas baldosas flojas
hasta sacarles brillo
como un felino hambriento
a plena luz del día
Un silbido ferroviario
quebranta el silencio
anuncia la desgracia
y el augurio no es
por nada
- pero para todos -
como un sermón del diablo
Ella vive en stand by
perdida en el vacío urbano
en que nada se mantiene
igual
la araña mata al grillo
sin remordimientos
- homicidio en primer grado –
y el ruido es una constante;
huellas, y seres, distancias espaciales
y nada más
que flatulencias en las tripas
Agujeros en las rodillas
- un caudal de pelusa
en los bolsillos -
Y el sobrevive en stand by
con mínima impaciencia
agotando nocturnos;
los pies hinchados
de caminar
las baldosas flojas
rotas
robándole quejidos.
Y ayuna,
porque el pan duro
estropea sus dientes
sin vencer
la superioridad de sus miserias
Y ella vive en stand by
fragmentando su vicio
para que no avance
la superioridad del vicio
Hoy
padecer ausencias
es forzoso
la tierra mueve su eje – porfiada -
y la lluvia lava las veredas
de pasos que no se hallan
ni se cruzan
ni se alcanzan
aunque se busquen
se presientan
se dilaten
El boulevard avanza hacia la playa
descansa en un embarcadero
Huye – él -
si es posible
cada vez que puede
- el ruido es una constante –
por la arena húmeda
hasta un jardín de almejas
(¿metáforas?)
Equivocar el recuerdo
nada menos
por tragarse el llanto helado
en mitad de la rutina
La araña que me habita
y que aún desconozco
suspira exasperada
- despierto en llamas –
- el ruido es una constante –
no obstante
el tráfico ha cesado.
Y él en stand by - en este momento -
da sentido a mis versos
- despierto en llamas –
no obstante
la visión ha cesado
De una vereda a otra los ojos se observan;
En el vientre – de ella, él –
los fluidos danzan
( hiere la ansiedad de su solitaria espera)
Ellos sorben el aire sucio
bajo el sol otoñal
y el pacto es inmediato;
el beso que florece
- los rostros humillados –
- duele – sienten
y él desliza su mano
por el vientre de ella;
las miradas se pierden
en las baldosas flojas.
Entre una pila de páginas
se teje mi telaraña;
- arde - digo
y las miradas se estremecen
y hay otros ojos extraños
y hay un grillo entonando
el bolero de Ravel
igual que en una película
de Disney.
Hay después, inevitable
una araña erguida
en los hilos de su trama
evaporado el sueño,
iluminado el ego;
Cada poro de la piel
ardiendo en llamas
bostezando
- el ruido es una variable –
el ruido
(hiere la ansiedad del encuentro)
Y ella, la del vicio
sólo escucha el silencio
sacude las cenizas sobre una baldosa floja
Mas tarde, la rutina
el hambre y el vicio
y la polución ambiental
esa desgracia
el sonido del grillo
el tono agudo
salvaje
- igual que las sirenas –
La palabra
Igual que la garganta, los pies (¿una o los dos?)
Su garganta, sus pies
igual de hinchados
igual de ansiosos
- sobre un colchón de hojas –
anuncian una vida
y se excita la pena ligada a sus silencios
-la que invariablemente se escurre - digo
las ruinas son lo que detestamos
en un inquieto frío
insostenible
las bocas tan perezosas
la quijada enorme
y el gris
ciertamente el gris
tal vez por eso – recapacito -
se defienden
tan simplemente
tan simple
que los circunda un alba permanente
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