VIAJE AL INTERIOR DE UN VIEJO ROBLE DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ
Sentada en el escritorio ,
veo esa sombra inquieta
que corre por los pasillos
de una casa colonial .
Es el aroma de un roble
que me hace estremecer ,
con el viento de lo cotidiano .
Fue el relàmpago furioso
que hace brotar ese viaje
al interior de una semila .
Es el susurrar de esas libèlulas de hierro ,
en el paso de un tren .
Sigo leyendo esos libros
brillantes como el sol en
Espantando a las moscas
que dibuja el camino
de las cartas de un adivinador .
Es el loco ,
ir y venir por los corredizos
de un castillo abandonado .
Desafiar la tierra
como la pòlvora de dinàmita .
Con el correr hacia el Olimpo
cabalgo de un extremo a otro ,
con las cuerdas de un àrbol a otro .
Solo para alcanzar los frutos màs sabrosos,
en las calles repletas de hojas naranjas
que vuela hacia el cielo.
Miro aquellos àrboles del bosque.
Esos frutos secos por el llanto de una niña.
por los vidrios destrozados por el aliento siniestro ,
que hizo estallar ese esqueleto
arrinconado en el cuarto oscuro del mal .
una corte de bufones danza en la coronaciòn
del Prìncipe que juega a la guerra ,
con los soldaditos de plomo cerca de la chimenea .
La tristeza gira en los caminos de Angol .
Afuera la tierra hùmeda despuès de la lluvia ,
recoge aquellos frutos malèficos ,
en los vidrios que son llevados por el rìo ,
en la corte de los bufones ,
en los soldaditos de plomo
derretidos en las manos del Prìncipe ,
que hizo pulverizar aquellas piedras
de los juegos del jardìn de esa niña
que corre hacìa el bosque
para sacar los frutos de los àrboles .
En el resplandor de las calabazas ,
con el silbido de las hojas candentes .
Es el silencio sepulcral en el panteòn ,
por el Padre ausente de sueños eternos ,
en el dialogo sin sentido , ni brùjula ,
en el llanto de una niña ,
por el espejo del carrusel de los años perdidos .
Fue el momento donde el universo estallo ,
en la mirada de ese Prìncipe claroscuro ,
en el carrusel de la desdicha .
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