PERCEPCIÓN
Te fuiste al agua profunda
caminando…
Bajo una fresca sombra entrecerré
mis párpados… …
¿Quién serás mañana?
¿Cómo podré reconocerte?
Porque no serás el mismo
después de voltear los ojos
hacia el fondo del río.
Yo no soy la misma
luego de estirar la mirada,
buscándote de ribera en ribera,
por si estuvieras cansado, esperando
bajo los despiadados rayos de sol:
los colores mal combinados…
atraviesan un bosquecillo,
cuyas flores abrirán en otro día.
Ya ves que nos separa la percepción de la luz.
Debes yacer bocabajo
esperando la respuesta
en la corriente descolorida,
como un pez
que ha escogido la ceguera.
Lo admito, me adormecí
bajo un árbol añoso y protector.
El entorno era tenue,
las ramas se movían con deleite
al compás de una música imaginada.
Pensé que vendría a mi lado
a ensoñar la misma luminosidad
y el mismo canto...
Pero… un vendaval de otoño
te sugirió el río
te llevó al agua.
Te fuiste al agua profunda
caminando…
Bajo una fresca sombra entrecerré
mis párpados… …
¿Quién serás mañana?
¿Cómo podré reconocerte?
Porque no serás el mismo
después de voltear los ojos
hacia el fondo del río.
Yo no soy la misma
luego de estirar la mirada,
buscándote de ribera en ribera,
por si estuvieras cansado, esperando
bajo los despiadados rayos de sol:
los colores mal combinados…
atraviesan un bosquecillo,
cuyas flores abrirán en otro día.
Ya ves que nos separa la percepción de la luz.
Debes yacer bocabajo
esperando la respuesta
en la corriente descolorida,
como un pez
que ha escogido la ceguera.
Lo admito, me adormecí
bajo un árbol añoso y protector.
El entorno era tenue,
las ramas se movían con deleite
al compás de una música imaginada.
Pensé que vendría a mi lado
a ensoñar la misma luminosidad
y el mismo canto...
Pero… un vendaval de otoño
te sugirió el río
te llevó al agua.
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