mecer al otoño
la bancarrota no me ha salvado
de salir deprisa de los bares y estancos
tengo una deuda con hacienda
que se va engordando
cada suspiro mío
la casa me recuerda que el gato hembra
la estufa y la nevera
tienen ha días sin probar bocado
hago sumas y restas
los números no dejan de ser
cardenales que picotean mi cabeza
(recuerdo una cabellera roja que aún no he tocado)
por las tardes
cuando las noticias recorren la internet
y las hormigas hurtan las migas de las aves
me detengo a contemplar
a un perro que orina un árbol
qué será del tiempo
cuando lo cuantifica la arena
no tendrá acaso
preocupación por el otoño
que corre veloz hacia el invierno
me imagino que no
tal vez pueda detenerse
un día de agosto
quedo y marchito
como la hoja que miro
mecerse entre mis manos.
Los claxonófilos
Especie originada a partir del automovilista simple. Estos bárbaros del volante suelen emerger de las cloacas en donde sucede un cuello de botella, frente a un semáforo en rojo o un embotellamiento. Aparecen por detrás, nunca están a la vanguardia de nada. Pitan y chillan como árbitros de fútbol o como cerdos en matadero. Es preferible no encontrárselos de día, sus fauces devoran derivados del petróleo y siempre están dispuestos a arrollar a peatones descuidados. Tienen caras monstruosas, y muchas veces se confunden entre el esperpento automotriz que los traslada y la mierda que los perros arrojan en los postes y el césped. Cuando mires a sus faros, no lo pienses dos veces, cubre tus oídos, porque su alarido es más terrible que el dulce canto de las sirenas.
Seduce loco
me he construido lagos y cantinas
para abonar el excremento de las iguanas
y tenderme al sol
con mi cuerpo desnudo
lamiendo el clítoris de las muchachas que van al parque los domingos
deshuesado como limón de supermercado
he andado entre los cadáveres
que excretan gusanos y heliotropos
sudando letras y sílabas
de una ininteligible lengua
qué idioma es el que hablan los muertos
cuando quieren sorber de la pared podredumbre
qué látigo es el que empuña el señor inquisidor
que dice cof cof cuando mama de la virgen
las limosnas que dejan parroquianos a pordioseros
yo nací después del chernobyl fonético
un día de agosto
juntando genes de los peores hombres
no me subí a la babel lejana
en ninguna barca de Caronte
ni le supliqué a cancerbero que me dejase entrar
toc toc y me alejé mientras pude
cuál es de Beatriz el paradero
adonde Dante imbécil quiso conocer los infiernos
si ni la madre de todas las guerras fue suficiente
para terminar con antropófagos
quiénes vienen a comer de mí mientras duermo
mientras mi sueño me mutila y hace de mí
otro esqueleto
qué me diga el mordaz sistema en dónde las frases y oraciones
construyen los versos
los versos que los juglares
recitan a través
de una ventana silenciosa
recite en mí
un padrenuestro indicativo
un himno pluscuamperfecto
un soneto en pretérito imperfecto
un aba, ía, to, so, cho
una balada a todas luces voz pasiva
una metralla experimentante
un círculo vicioso de hablas
más cocaína a nominales
un determinante sordo
una cansada rima sin ataque
recite en mí
un cáncer en mis huesos.
Sucede en Noviembre
De tarde
Cuando los susurros no son más que promesas
Y los viajeros acuden a las vías
Yo vengo un poco lento
Y trato de mirar
Las puntas del cabello
Las uñas de tus manos
He visto que los biólogos genéticos
Encuentran el origen de un ser humano
A través de esas minucias
No puedo sin embargo
Explicar de ti en una proporción minúscula
Requiero un mapa bien definido de tu cuerpo
Con todas las regiones de tu espalda
El ecuador ardiente de tu sexo
Las elevaciones firmes en tu pecho y nalgas
Los hielos de tus pies descalzos
Cómo pueden los hechiceros de los genes
Entonces
Imaginarte con base en una partícula de polvo
O en una molécula de nada
Lo siento
Yo no puedo
Te necesito toda.
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