Cantar del invierno en Septiembre.
Ahora que las nubes negras se alejan tristes
¿Quién será la sombra de los verdes valles?
Ahora cuando el sol irradia las ciudades
¿Quién apagará el calor del suelo marchito?
Ahora que las hojas tibias vuelven a vivir
¿Quién regará con lluvia divina sus raíces?
Ahora que el paisaje es bello y reluciente
¿Quién será el motor de la frescura y el romanticismo?
¿Y quién inspirará a los poetas desolados,
cuando busquen nostalgias y sólo hallen recelos?
¿Quién hará del silencio el lenguaje mejor hablado,
cuando sólo melodías se modulen al aire?
¿Y quién hará la tierra blanda y fértil?
¿Quién extrañará la noche como al mejor amigo?
¿Y a la lluvia?
¿Y a la nieve?
¿Y al relámpago incandescente?
¿Qué será del granizo derretido; a la intemperie;
cuando el cielo se despeje y con ellos el cantar
………………………………………………………de los pájaros?
Vae Victis -Chile
Cantar de un epitafio
¡Venid! ¡Venid!
Aquí yace la muerte que habéis matado
ha dejado de respirar vuestras cenizas.
¡Mirad! ¡Mirad!
Las osamentas son pasto ensangrentado
cuelgan estridentes del cuello de un perro negro.
¡Cantad! ¡Cantad!
La nueva vida prolonga el lenguaje lento
y los labios rojos rompen en llanto plástico.
¡Sentid! ¡Sentid!
La eterna pirotecnia y el festejo enfermo
la carne flagelada por los años de locura.
¡Gritad! ¡Gritad!
Aquí yace la muerte que habéis matado
sólo falta la vida y habréis terminado.
Vae Victis -Chile
Cantar del viento huracanado
Yo soy el viento en el cielo azul y venidero
violento como el agua marina acorralada
coloreado con lápices de madera inexistente
……………………..y entre laureles aromatizado.
Yo soy el viento que mira al hombre ahogado.
Soy la miel dulce y melosa de las palomas
y de las nubes inocuas soy el movimiento;
y ansiado y tomado y exhortado por los huracanes,
soy la sangre iracunda que en la tierra sopla,
…………………………….……y barre sus cimientos.
Y heme aquí, frenado en las rocas donde rompen las olas.
Heme aquí, donde muere el hombre petrificado por el tiempo,
y la vida extinta gime sus últimos gritos fríos.
Heme yo aquí, en el final de los tiempos,
………………………………………..y moribundo;
estampado sólo en recuerdos pasados y desvanecidos.
Yo soy el viento que vio al hombre ahogado
Yo soy quien silba solo; ya no respirado.
Vae Victis -Chile
Antropoagonía
I.
Caigo
en el más llano desierto
en el más eterno tormento
en la más oscura caricia
en el más profundo silencio.
Ni mis llantos ni mis angustias
escucho aquí en el abismo
ni las lágrimas surcando
los caminos del agobio.
Miro yo hacia arriba
. ……..y desde arriba
veo infinito el cosmos
e infinitos los sollozos
de una aun más dura pena.
Caigo
en el frío fluvial de invierno
en el árbol del cerezo
en el más profundo silencio
pues arriba en la esperanza
un tenue suspiro yo siento
Un suspiro inmaculado
un fervor esperanzado
un suspiro que arriba
aún persiste a la vida.
Y caigo entonces
…………de nuevo
en el más profundo silencio
pues el tenue suspiro que siento
es el mío que viene cayendo.
II.
Quiero dormir anidado
al seno del tumulto
en una célibe aura acostado
debajo de este mundo.
Y quiero vivir en paz
y de esta vida morir tranquilo
borrar de una botella la faz
del más cálido y dulce vino.
Y callar,
con el vacío como mi único amigo,
solo, abismado
en el mutismo callado.
III.
Una hoja bastaría
cayendo suave al estero,
para acurrucar la humanidad,
……………….bastaría sólo una
una ya en este río
para dormir una ciudad.
Una hoja rosa solamente
……….y envuelta en sinceridad,
caería al abismo
y al celaje otoñal.
Mas encima de la muerte
bastaría su hermosura
y de su piel esa textura
para mi vida inerte quitar.
Una hoja bastaría
delicada volando iría
bastaría una, para quitar
de una vez esta vida mía.
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