Redención
Subió su cabeza a la luz: frío páramo lo tuvo llorando
Hasta que los ojos no fueron más que un bosque seco
Era su madre esa junta de pañuelos de sangre?
Era, aquellos lutos reunidos como pobres flores arrancadas con apuro?
Lloró y lloró hasta que fue también el llanto de los otros
El cielo le trajo promesas: ángeles como rosas
Muchachas bellas al tacto
Los humanos se le corporizaron en su completud
Había fallas en su mundo
Pero muchas veces una sola palmada hizo volver su boca, dulce.
“Aquí estamos”, se repetía para olvidarse un poco de la ausente.
Salir de lo autorreferencial
Aunque sea casi imposible, es un buen ejercicio sentirse desvalido a veces de la mirada autorreferencial para confrontar con sinceridad, sin leer lo que uno quiere leer, sin acomodar teorías con el viejo oficio de denostar lo creado. Pensar "con " puede ser un ejercicio enriquecedor, también imperfecto, inacabado, que no termina nunca, porque las dudas crecen sólo en mentes fértiles y las certezas florecen de la mano de títulos universitarios mediocres. El desafío es siempre el mismo, perpetuarnos en un par de poemas mejorados, hacer leer al otro su pequeña historia en nuestro cuento, recrear una familia inexistente durante cantidad de horas trabajosas, luchando con nosotros mismos y con lo que hemos aprendido hasta ahora.
Melancólico
Del sentimiento
guardaron pocas prendas
se lanzan
sofocadas
apenas flotan
alguien las delataría
por traidoras
sus salvadores no llegan.
Arte poética
Suerte para los que creen que este oficio
es gran cosa
y escriben
aunque no tengan trabajo,
enfermos
mutilados
locos.
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