LENGUA
En el delta de las pieles con ardor,
donde junta
donde abre
donde aparece el paraíso que es la carne,
donde el ángel se humecta
y hay tercianas.
Esta cosa viva,
un silabario del deseo,
la extensión del hambre contra la piel,
la construcción de rascacielos sobre el abdomen.
Lengua,
conjunción de salivas más allá del cielo,
territorio nómade donde habitan calderas,
madre de toda serpiente,
una cosa animada recorre mi espalda,
lengua y sonido de catedrales,
lengua y desborde de mares
lengua y total penitencia
en tus denudas mezquitas.
Constelación de planetas viscosos,
exposición del ser en tus sagradas cavidades,
habitación de dios en lo más alto de la nalga,
sonido de carnavales llegando embebidos
a la garganta ajena,
intento de derrumbe de dólmenes salinos,
lengua y universo,
intersección de planetas mojados
y depósito de flores en las ranuras,
lengua y muerte del ídolo
que trasforma el sol en piedra,
aparición de frutos brillantes colgando de la boca,
situación de desamparo total
en esta tibia lluvia
que necesita del fuego y las entrañas
para poder vivir.
donde junta
donde abre
donde aparece el paraíso que es la carne,
donde el ángel se humecta
y hay tercianas.
Esta cosa viva,
un silabario del deseo,
la extensión del hambre contra la piel,
la construcción de rascacielos sobre el abdomen.
Lengua,
conjunción de salivas más allá del cielo,
territorio nómade donde habitan calderas,
madre de toda serpiente,
una cosa animada recorre mi espalda,
lengua y sonido de catedrales,
lengua y desborde de mares
lengua y total penitencia
en tus denudas mezquitas.
Constelación de planetas viscosos,
exposición del ser en tus sagradas cavidades,
habitación de dios en lo más alto de la nalga,
sonido de carnavales llegando embebidos
a la garganta ajena,
intento de derrumbe de dólmenes salinos,
lengua y universo,
intersección de planetas mojados
y depósito de flores en las ranuras,
lengua y muerte del ídolo
que trasforma el sol en piedra,
aparición de frutos brillantes colgando de la boca,
situación de desamparo total
en esta tibia lluvia
que necesita del fuego y las entrañas
para poder vivir.
HUMEDALES
Soy un eco.
Un eco en tus entrañas.
La rosa de Alejandría y las mareas de fuego.
Toda cosa, eso soy, toda cosa que se diluye,
lo que mancha, lo que da vida,
lo que sumerge a los hombres
en los pecados.
La odisea de lo que perdura en el aire,
la ausencia frente al espejo,
la risa en tu bajo vientre
una melodía cada vez que ríes.
Soy un ojo, la verdadera historia de los duendes,
una pelea de serpientes,
una extraña especie entre tus ríos,
soy un dios pobre,
la sobredeuda de los deseos.
Están los que se entienden con las manos,
los edificios viejos mendicantes,
las horas que fraguan nostalgias
la unidad resbaladiza de los cuepos,
el paseo del aliento en las orejas,
la media hora del canal salvaje,
el sudor de los santos de vitrina
y soy un eco,
que repite, que repite
la mojada virtud de tus estrellas.
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