EL PRETERITO CERCANO
la esfinge calló en esta conquista
cuando se nombran estados inciertos
y el fracaso bebe perlas y ritos
escaleras entre árboles pretéritos cuyo cinto cae
más nada aún se nombra más aún
solo la tierra es ojo
vínculo entre relaciones rasas y polos que desde adentro miran
exterminan la no boca en estos tiempos de maldito artificio
porque la guerra está aquí desocupando autobuses
torciendo placas
dejándolas en evidencia
junto al impío de siempre que ríe entre sacerdotes extranjeros
que hacen manteles de hojas y sotanas profanas
ahí está el vértice el lugar más desocupado
que no sabe de nombres
por eso nunca dejaré de ver al hombre que llora en la oscuridad del reposo
ni al aire más fuerte que lucha junto a miembros mutilados
cuya pudrición no alcanza a redimir a esos caídos
a esos tristes árboles que viajan en formas sin definición
como las naturalezas muertas se incendian
y los pájaros se llenan de artificios
allí toda espiga es segregada
allí todo trance es guerra
algo mucho más cercano
como un lugar en esta memoria.
LO MAS LEJANO CERCA DE AQUI
(de Lejos de Aquí VII)
lejos, se muere una niña
se pasea el viajero y una vieja da a luz humanidad
más nunca sabré lo que significa esa debilidad crónica
por lugares desconocidos
y en cierta manera
la muerte respira muerte no boca
cuando trazo dentro de miserables soledades un diadema que atrapa sueños
atrapa cisternas abiertas en busca de la cobra
pero ese diadema desde lo alto coge un dulce y un niño
convierte a la sombra en sangre
cuando soy una estocada desierta
mas nunca amé tanto una ciudad así
menos este padecer que refleja un valle donde los hombres son cabezas de muerte
estocada traición que solo es
un ojo llamado cacería.
Soy quien llama al viajero
ningún dios durmió en mi presencia
cuando viajaba vi hombres inmóviles, borrachos
inextinguibles heridas
cuyo fondo mueve algo más que peces y algas
porque allí están las raíces del mundo
la cárcel y los absurdos son un lunes junto a epitafios
cuando la duda se dirige a mí por mucho tiempo
y soy
solo tierra vacía
que siempre guarda un poco de ciudad
soy mujer sin una mano de hondura
cierro las puertas el castillo cierra la ciudad
las mejillas
el bar que juega al exceso a la no boca que cae en la meta-abstracción
pero
esa espesura es solo cal y oficio
solo un caballo desbocado de soledad
que vio una cobra y perdió la cabeza.
Las Cosas Vacías
la muerte como siempre se presenta en noches como estas
capturando lo impensable
la silla
esta cama donde escribo
y pienso en la materia acribillada
o en esa lengua-cobra
mientras
reviso las fotos, las revistas
los amigos que me abandonan
aunque eso solo descubre
este dolor
esta tierra escondida entre pozos rancios
donde todo es continente
más aun apenas el aire cabe
y pasarías de largo incluso tú
ciudad de hermosos crímenes
donde algunos creen amarse
solo que aquí nada es cierto
aquí todo es simple artificio.
Demiurgo
No sé qué puedo hacer frente a tanta belleza, frente a las noches, a los hermosos trabajadores que duermen en una carretilla, frente a las mujeres con hijos de diferente padre. Parece que todo brillara a cierta hora y mi belleza y juventud fueran peleas que llevo a diario y quisiera gritar pero hablo bajito y te envío mensajes desesperados en la noche, al otro día, luego del sueño todo parece más liviano, pero a ti te sigue importando y yo pienso en la distancia y creo que ya no me importa, porque sigues aquí y yo en ti, pero sé que nunca tendremos el tiempo a nuestro favor o por lo menos no lo sabremos, pero sigo ahí, recordando las noches de cuchillos, las blancas navidades que celebrábamos cualquier día de la semana con un frío de la puta que se nos olvidaba, escuchando las mismas canciones, hablando de lo mismo, acostándonos en la misma cama, pero siempre construyéndonos y eso, eso es mi verdadero cataclismo.
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