¿Alguna vez te conté que el infierno es azul?
El año pasado estuve ahí… fue aquella mañana en la que me desperté temprano, muy temprano, aunque me molesta el sol porque es muy arrogante y poco sincero, creo que no sabe el significado del dolor.
Mi hermana solía decir que la gente no se suicida en el día, yo decidí romper la regla. Con la navaja de mi padre, corte levemente mis muñecas, después me senté en la mesa para desayunar, llevaba puesta una blusa roja de manga larga. Tomé el periódico y me puse a leer, hasta que las palabras comenzaron a desvanecerse una por una, mis manos se derritieron en forma de sangre, las páginas se mancharon de rojo, pero no precisamente por las noticias de asesinatos.
Luego caí en un profundo sueño y mi cuerpo se volvió de hielo; llegué al infierno, y era azul. Había peces mágicos nadando, y dos lunas, eran tan brillantes que me cegaron, tapé mis ojos y al volver la mirada, aparecieron tus ojos mi querido Sebastian, aunque para mi desgracia, volví a respirar.
El año pasado estuve ahí… fue aquella mañana en la que me desperté temprano, muy temprano, aunque me molesta el sol porque es muy arrogante y poco sincero, creo que no sabe el significado del dolor.
Mi hermana solía decir que la gente no se suicida en el día, yo decidí romper la regla. Con la navaja de mi padre, corte levemente mis muñecas, después me senté en la mesa para desayunar, llevaba puesta una blusa roja de manga larga. Tomé el periódico y me puse a leer, hasta que las palabras comenzaron a desvanecerse una por una, mis manos se derritieron en forma de sangre, las páginas se mancharon de rojo, pero no precisamente por las noticias de asesinatos.
Luego caí en un profundo sueño y mi cuerpo se volvió de hielo; llegué al infierno, y era azul. Había peces mágicos nadando, y dos lunas, eran tan brillantes que me cegaron, tapé mis ojos y al volver la mirada, aparecieron tus ojos mi querido Sebastian, aunque para mi desgracia, volví a respirar.
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