II.
El cuerpo está escrito
en su transparencia
confines de arboledas
muestran el espacio de pradera
y la corteza que somos
pide a los dedos
hiendan sus vírgulas brillantes
buscando conexión con la madera.
Hierve una savia la sangre
que oficia de indeleble tinta
traza red de nervaduras
botones de flor sobre su hoja
y bajo las velas nocturnas
van las palabras brillando
en bocas que abre la piel
nombrando uno a uno
los gestos obscenos del tatuaje.
De "Umbral del cuerpo"
El río del cuerpo
II
El cuerpo está lleno de habitaciones
muros que ceden, caen
van y alzan
vigas por las que filtra el tiempo
su sentido yermo, la hora inane
y lo no dicho sostiene
el entrepiso de los equívocos.
La más alta hace agua,
el maremoto ha henchido
su negrura,
entonces agrieta la pared del cuerpo
y hacia abajo corre su tinta
marcando las arrugas
y tatúa la escritura
con los años
llenando de futuro
la tersa piel de ahora.
Allá abajo se agotan los sentidos
en el venero virgen del pasado
entre el fuego y el agua
estallan los cimientos
para escalar hacia la torre
lo que queda de vida,
ese aire caliente.
De "El río vertical"
MARIELLA NIGRO -URUGUAY
Recuerdo de la herida abierta (1938)
Incisiones
de zurcido imposible,
esta herida
es una calle abierta
que corre hacia el cruce
con la herida mayor,
la avenida
más oscura y arbolada
del cuerpo.
sonrisa de la entrepierna,
mandorla secreta
de donde sale un tallo umbrío.
La boca casi sonríe
como otra herida
in memoriam.
De "Impresionante Frida / poemario al óleo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario